REALIDAD

El amor se hizo mar
regado por mis lágrimas,
es que no supe apartarme
cuando callo tu alma.

Debí entender el silencio,
debí entender, que a partir de ese alba,
todo se estaba muriendo,
nada nos quedaba.

Debí entender, no supe,
por no entenderlo es que sufro;
aún miro sobre mis hombros,
buscándote. Que iluso!

Norberto Martín Rocha

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