ACTO EN HOMENAJE A LA MUJER –SADE DOLORES

“FUE UN REGALO PARA EL ALMA” Con estas palabras, una de las asistentes, agradeció a la gente de la Comisión Directiva de SADE DOLORES, el acto que se realizó el jueves 8, en homenaje a la Mujer. La introducción estuvo a cargo de Susana Iturralde, que se refirió brevemente a la presencia de la mujer en la literatura latinoamericana y leyó el poema de Gioconda Belli, poetisa nicaragüense. Y DIOS ME HIZO MUJER Y Dios me hizo mujer, de pelo largo, ojos, nariz y boca de mujer. Con curvas y pliegues y suaves hondonadas y me cavó por dentro, me hizo un taller de seres humanos. Tejió delicadamente mis nervios y balanceó con cuidado el número de mis hormonas. Compuso mi sangre y me inyectó con ella para que irrigara todo mi cuerpo; nacieron así las ideas, los sueños, el instinto. Todo lo que creó suavemente a martillazos de soplidos y taladrazos de amor, las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días por las que me levanto orgullosa todas las mañanas y bendigo mi sexo. Luego, Susana Ayala se refirió, con palabras expresivas y contundentes a la vida de Juana de Ibarbourou, plena de interioridad, y a su estilo, apasionado y sensual en un principio, sereno y melancólico en sus últimos obras. Natalia Echandía, José Aníbal González Oronó y Martín Bracamonte cantaron el poema de la poetisa uruguaya EL VENDEDOR DE NARANJAS, al que el propio Oronó le había puesto música, interpretación que conmovió por la belleza y la ternura que trasuntaba la conjunción de música, palabras y voces. Analía Echevarría evocó a la multifacética Violeta Parra, de la que destacó no sólo su labor poética y su perseverante acción para recuperar los valores tradicionales de la cultura chilena, a través del arte, sino a las instancias de una vida dura y dolorosa que tradujo con inteligencia en su poesía. Como cierre de su emotiva charla, interpretó con voz honda y expresiva, la canción GRACIAS A LA VIDA, acompañada en guitarra por Dardo Rosas. Griselda García Cuerva, trajo a los presentes un retrato vivo y colorido de la cantante, compositora y poeta Eladia Blázquez, a la que, recordó, se la llamaba la “Discépolo con faldas”, por la acertada pintura de la realidad y la franca ironía con que se refería a diversos detalles de esa realidad. Para ilustrar ese estilo tan personal y la hondura de su poesía, Santiago Gelmini interpretó con su voz cálida y certera, el tema que ya es todo un himno a la dignidad humana, HONRAR LA VIDA Finalmente, Noelia Ibáñez nos acercó a la poesía de Alejandra Pizarnik. Con la seguridad que da no sólo el conocimiento sino la evidencia de una elección personal por su poesía, nos introdujo en el complejo mundo de esa mujer marcada por la depresión, la soledad y, fundamentalmente, por la tristeza del exilio de sus padres, rusos judíos que anclaron en la Argentina y que se hizo carne en ella. Cuando murió de modo intencional, “más que desprenderse de la vida”, concluyó Noelia Ibáñez, “se desprendió de la muerte”. El cierre estuvo a cargo de la Presidente de la SADE, Teresita Saint Esteben que agradeció a quienes participaron y permitieron que se concretara este significativo Homenaje a la Mujer.

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