CUANDO LA PATRIA, MANUEL…

Cuando la Patria, Manuel, te mostró el rostro,

de ingenua enamorada,

y te dijo, al oído, con firmeza,

la íntima palabra

y convocó tu vida y tus talentos

al campo de batalla,

¿qué grito se insinuó, rebelde y agrio,

y se ahogó estremecido,

en tu garganta?

Cuando el silencio, Manuel, de libros y de rezos

se preñó de palabras

que ordenaban sin más, y fríamente,

blandir la dura espada;

cuando tu vuelo profundo y reflexivo

se detuvo en picada

y se amasó en pólvora y en tierra,

apagando la llama,

¿qué freno quiso detener tu mano

desoyendo a la Patria?

Cuando tu espíritu manso de paloma, Manuel,

ganó la puja a orillas de aquel río

y soñaba

y entregaba a la altura de las nubes

la luz azul y blanca;

y aceptaba que el sol de padres incas

en su vientre brillara,

¿qué sueños se quedaron a la espera?

¿qué ilusión se abortaba?

Cuando aquel día, Manuel, te enfrentaste a la suerte

y atrás quedó la pampa;

cuando, guapeando caminos impensados,

te ganó la distancia;

cuando el dolor de la tierra se hizo historia

y en el hombre común

se puso en marcha;

cuando, al fin, la victoria te sostuvo en sus brazos

e indiferente, después,

te dio la espalda;

¿cuánto dolor quebró tu esencia de patriota

y se tradujo en lágrimas?

Cuando la Patria, Manuel, te arrancó de los sueños

de escuelas y esperanzas;

cuando la fuerza te quebró los brazos

y te entregó al sacrificio de la espada;

cuando callaste

y obraste sin promesas,

protegiendo a la Patria,

¿cuánta vida quedó como aguardando

en la huella final de tus pisadas?

Cuando la Patria, Manuel, sangró en las diferencias

tan crueles como hermanas,

y te arrojó al olvido, indiferente

cuando ya la dejabas;

cuando tu voz apenas balbuceante,

la nombró, apasionada,

¿qué plegaria de amor recomenzaste

para llorar sin lágrimas

y sellar un destino sin destino

y un adiós sin mañana?

¡Ay, Manuel, qué manera tan honda de quedarte

en el mástil eterno de la Patria!


Susana Iturralde

DEL LIBRO "AL OÍDO DE LA PATRIA", PENSANDO EN EL BICENTENARIO

1 comentario:

Lila Lahitte dijo...

Me encantó... y no solo es una expresión. Tus palabras hechizan en estos bellísimos versos llegando a tocar la fibra más íntima.